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Excursiones en barco en Ibiza: rutas, consejos y planes para disfrutar la isla desde el mar
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Ver Ibiza desde el mar es otra historia. No se trata solo de cambiar el punto de vista, sino de vivir la isla con otra energía. Con más calma, más horizonte, más silencio. Algo cambia cuando estás ahí, flotando frente a las calas, sintiendo la brisa y el sol al mismo tiempo.
Y es que una excursión en barco aquí no es solo para posturear. Es una forma de conectar con la parte más salvaje y natural de la isla. Rincones escondidos, aguas tan claras que parecen un espejismo, y esa sensación de que el tiempo va a otro ritmo.
Ideal para quienes buscan algo más que playa y fiesta.
Si es tu primera vez, o si ya has venido mil veces pero nunca te has subido a un barco, esto te interesa. Porque hay rutas que, simplemente, te cambian el día.
Una de las favoritas. Y con razón. Navegar hacia Es Vedrà al atardecer es una experiencia difícil de describir. El islote parece flotar, hay una calma extraña, casi mística. Y cuando el sol cae justo detrás… no hace falta filtro.
También puedes pillar una excursión que vaya hasta Formentera. Suele incluir alguna parada para nadar, comer algo a bordo o incluso fondear en Illetes. Es de esos días que se pasan volando. Y que recuerdas todo el año.
Si prefieres algo más relajado, hay barcos que hacen ruta por las calas del oeste. Cala Bassa, Cala Conta, rincones que desde tierra no son tan fáciles de alcanzar. Algunas excursiones incluyen incluso una parada en cuevas marinas. Flipante.
Hay para todos los gustos. Literal. Desde planes chill hasta fiestas flotantes. Y cada uno tiene su rollo.
Ideal para parejas o para quien quiere algo tranquilo. Salen por la tarde, suelen incluir bebida, música suave y una parada para bañarse. El plan perfecto para terminar el día con buena vibra.
¿Te va más la marcha? Hay barcos con DJ, barra libre y muy buen ambiente. Se llenan rápido, sobre todo en julio y agosto, así que mejor reservar con tiempo. Y sí, hay paradas para tirarse al agua.
¿Prefieres algo más íntimo? Puedes alquilar un barco con patrón solo para tu grupo. Tú decides la ruta, las paradas y el ritmo. Perfecto si vais en familia o queréis celebrar algo especial.
La mayoría de barcos ya te incluyen lo básico: bebidas, música, equipo de snorkel… pero conviene revisar antes qué lleva cada uno. No está de más llevar:
Y si te mareas, una biodramina antes y a disfrutar.
Después de varias horas en el mar, lo suyo es rematar el día como toca. Buen ambiente, comida sabrosa y cero prisas.
Aquí es donde entra el plan perfecto: volver a tierra, ponerte algo cómodo y pasarte por Social Point Ibiza. Está cerca de San Antonio, en un entorno precioso y tiene ese rollo desenfadado pero cuidado. Platos para compartir, música que acompaña y una terraza donde apetece quedarse.
Una reserva aquí es como ponerle la guinda al día. Literal.
Reserva con antelación. Sobre todo si vas en julio o agosto. Muchas excursiones se llenan días antes.
Fíjate en si el precio incluye patrón, combustible, comida o bebidas. Algunas webs lo explican mal y luego llegan los sustos. Y si vas en grupo, pregunta si hay descuento.
Por cierto: muchas salidas se organizan por la mañana o a media tarde, así que echa un vistazo a tu plan del día y encájalo bien para que todo fluya.
El mar, la luz, esa energía tan especial que tiene Ibiza… Una excursión en barco es de esos planes que te reconcilian con la isla. Y si además lo terminas con buena comida y un ambiente acogedor, te vas a casa con la sonrisa puesta.